domingo, 6 de julio de 2008

Vamos pa Canta part II

Al siguiente día, nos dividieron en dos grupos, el primero se iba al río y el segundo se iba al valle. A mi me tocó ir al valle quedandome con las ganas de ir al río. El grupo del valle se dividió en 4 sub grupos de 3 chicos, yo opté por irme a Puente nuevo que es una zona ecológia con mucha fauna y flora, el guía nos contó que había una catarata inmensa, pero también, nos contó que no es visitada por los turistas, es un lugar desolado o mejor dicho es una "zona virgen" y que en especial los que iban a ese lugar tengamos mucho cuidado, ya que, últimamente había ocurrido saqueos y robos.

A pesar de saber todas estas cosas, fui la primera en alzar la mano y proponer ir para ese lugar al igual que otra chica del curso de foto 1, el guía recomendó a la profesora que nos acompañara un hombre, así que el escogido a dedo y por desición unánime fue el único chico que nos acompañaba llamado David, él es practicante de la oficina de fotografía de la facultad, cuenta con un gran conocimiento fotográfico y tiene buen ojo para captar imagenes de aves y animales silvestres.

Es así que nos fuimos rumbo a Puente nuevo, la chica de foto 1 llamada Fiorella, David, nuestro Indiana Jhons de Canta, y lo digo en serio, se parecía a ese personaje típico de la aventura y yo.

Al principio andabamos los tres por el mismo camino, fotografiando todo lo que se nos pasaba por el camino, pero después, cada uno se fue abriendo. Para mi dichada suerte, fiorella encontró la catarata tan anhelada que queria fotografiar, pero para llegar a ella, el camino era bien, pero bien rocoso y dificultoso.

Como no teniamos mucho tiempo y nos faltaba camino por recorrer, David nos sugirió que cada una vaya a una pequeña zona de Puente nuevo, como yo queria tomar fotos a la catarata, yo me encargué de ese lugar, y David y Fiorella se fueron por otras zonas.

Entonces, en ese momento era la catarata y yo, yo y la catarata, la naturaleza vs el hombre. Mientras caminaba o mejor dicho trataba de saltar y pasar las dificultosas rocas y no caerme en los riachuelos sosteniendo una cámara Canon de apróximadamente mil doláres sin que nada le pase, empecé a recordar lo que había dicho el guía acerca de los robos y también empecé a recordar lo que una vez me contó mi amiga cuando fue a Canta y del fallido robo que sufrió cerca de una catarata, como es normal uní las dos ideas y el pánico y miedo cundieron por mi mente.

Para empezar, estaba sola completamente sola, no había nadie a mi al rededor y presentía que si me pasaba algo y gritaba nadie me iba a escuchar; segundo, el camino para llegar a la catarata estaba bien pero bien feo, y mientras andaba hacía ella no sabía si iba poder regresar; y tercero, lo más importante, es que nada le pase a la cámara.

No obstante, saltando y saltando, bordeando piedras inmensas y por lo menos tratando de no mojarme tanto las zapatillas, porque debido a un deslíz me caí y me mojé, pero ojo! felizmente no le pasó nada a la cámara, llegué a estar al frente de ella, la dichosa catarata, la inmensa catarata. Era la única del grupo que estaba ahí, y la única que la fotografió, pero con mucho miedo y nerviosismo. Al fin me dije "estoy aquí", pero era tan grande mi miedo de estar en ese lugar solita y de no saber cómo iba a pasar de nuevo ese camino tan empedregoso que no me concentré muy bien y lo admito el miedo se allanó de mi cuerpo y no realicé las mejores fotos, no hice caso de mi lema que tengo desde que empecé la facultad y es que a "ante cualquier dificultad que tenga que ver con mi carrera, siempre dar un paso y enfrentarlo" sin embargo, siento que fallé, fallé aquel día en estar en frente de la catarta y no poder tomar mejores fotos de las que tomé, fallé al espíritu que tiene todo fotografo de no perder la oportunidad de fotografiar las mejores tomas, simplemente fallé y me desfraude a mi misma.

Sin embargo, esto no me detiene ante mi sueño de ser una reconocida y muy buena fotografa en un futuro no muy lejano, y de seguir fotografiando paisajes, darle a la aventura de enfrentarme a lo desconocido y fotografiar, fotografiar y fotografiar, sobre, todo cataratas. Esta experiencia me enseñó mucho y es que quizas cuando empezamos algo tenemos muchas metas y deseos por cumplir, pero después, vez la realidad y te das cuenta que no es tan fácil como pensabas, la solución ante este dilema existencial, es que a la próxima hacer lo mejor que la primera vez.

El viaje acabó con una suculenta trucha y yuquitas de fondo, ya de regreso, en el bus, todos empezamos a ver nuestras fotografías y editarlas, pronto ya ibamos a regresar a Lima city.

1 comentario:

LUIS TORRES dijo...

No conosco canta... me invitas?